Dentro del marco de la Convención Nacional 2023 de la Federación de Colegios y Asociaciones de Médicos Veterinarios Zootecnistas, A.C. (FedMVZ), celebrada en Mérida, Yucatán, el director en Jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), Ing. Francisco Javier Calderón Elizalde, impartió la conferencia “El impacto de la sanidad animal en la economía nacional”.
Expuso que la salud animal es un bien público que beneficia a todos los productores, ya que no es un tema exclusivamente de los profesionales de la salud, sino uno de carácter económico para todo el país.
Comentó que, desde que tomó el cargo como director en Jefe del SENASICA, se enfocó, junto con su equipo de trabajo, en establecer líneas estratégicas y planes de trabajo, siendo la columna vertebral la protección de patrimonio sanitario de México a través de la toma de decisiones basadas en ciencia, análisis de riesgo y la aplicación de las medidas de mitigación necesarias para proteger la producción agroalimentaria.
Aclaró que, derivado del creciente comercio internacional y la globalización del mercado, existen amenazas latentes y riesgos que podrían tener efectos catastróficos en el sector, como la Fiebre Porcina Africana (FPA) y la Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) AH5N1. Por este motivo, dijo, es que el organismo debe colaborar con el gremio de los MVZ en acciones de notificación y aplicación de medidas preventivas y contraepidémicas.
El SENASICA, prosiguió, tiene una capacidad diagnóstica eficiente y robusta, para la cual cuenta con una red de 43 laboratorios con distintos niveles de bioseguridad, que son referencia en el ámbito regional. En materia de salud animal, refirió, nuestro país es reconocido, por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), como uno de los siete países con mejor condición sanitaria por ser libre de enfermedades como la fiebre aftosa, fiebre porcina, peste equina, peste de los pequeños rumiantes y peste porcina africana, entre otras.
El Ing. Francisco Javier Calderón Elizalde detalló que las acciones que opera el SENASICA representan un bien público, porque en la mayoría de los casos y para enfrentar a las enfermedades más devastadoras el esfuerzo individual no es suficiente, por lo que se requiere de una intervención colectiva, conducida por el Gobierno Federal.
Explicó que la sanidad, como bien público, presenta dos características principales:
- No es excluyente; es decir, todos los productores, cuando cuentan con sanidad, se benefician de ella.
- El beneficio de la sanidad de un productor no afecta su disponibilidad para el resto de los productores.
De esta manera, subrayó, al intervenir en el combate de plagas y enfermedades el SENASICA protege también el patrimonio de los productores, en especial los de pequeña y mediana escala, quienes no tendrían la posibilidad de enfrentarlas por sí solos.
Los beneficios de la sanidad se pueden resumir, básicamente, en un sector agropecuario más productivo y competitivo, acotó el director en Jefe del SENASICA, tras señalar que la sanidad impacta en la productividad, la dismunición en el uso de insumos y, por ende, en los costos de producción. “Cuando tenemos sanidad se evitan tratamientos post cosecha o post sacrificio, se reducen los costos del cumplimiento regulatorio, se eleva la calidad de los alimentos y los productores pueden acceder a mercados que ofrecen mejores precios para sus productos, lo que se traduce en una mayor oferta de productos agropecuarios para el consumidor a precios más accesibles”, manifestó.
Aseguró que el valor de la producción pecuaria en México asciende hasta los 532 mil millones de pesos, por lo que resulta fundamental protegerla contra enfermedades, tanto endémicas como exóticas.
Recordó que en la actualidad la Dirección General de Salud Animal del SENASICA enfrenta un reto muy grande, que es el ingreso de la Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) AH5N1, proveniente de aves migratorias de Estados Unidos y Canadá. En la Unión Americana, ahondó, esta enfermedad afectó a más de 59 millones de aves, lo que repercutió en la disponibilidad de productos avícolas para los consumidores estadounidenses y provocó un incremento de más de 160% en el precio del huevo.
Por el contrario, indicó, en México, resultado de la coordinación de Agricultura con médicos veterinarios, gobiernos estatales y productores, en cuatro meses se ha logrado evitar que existan focos activos que amenacen a la avicultura nacional.
En otro orden de ideas, el funcionario federal explicó que el alza de precios en productos avícolas, como la carne y el huevo, está relacionado con el incremento en los precios internacionales de los insumos para elaborar alimentos pecuarios como la soya y el maíz, los cuales registraron un incremento de 67.5% y 86.6%, respectivamente, en comparación con el ciclo 2018-2019.