Experiencias de comercialización de productos sustentables bajo enfoque ecosistémico.

Por: Maestro Fernando Andrés Cojulún. Gerente de operaciones en InspiraFarms  

Fuente: ri.uaemex.mx/bitstream/handle/20.500.11799/109050/120720%20Memoria%20FGS%20con%20links.enviar.pdf 

Facilitadora : Atenas Miranda Martínez  

Moderador: Ricardo A. Morales Virgen

Las tendencias globales que afectan al sector agropecuario indican que para el 2050 habrá un incremento del 34% de la población, menos recursos disponibles, mayor demanda de alimentos y un aumento del 40% en el consumo de agua. También se esperan impactos más fuertes por el incremento de la temperatura, debido al cambio climático, en los próximos años.  

Actualmente, el reto del sector agropecuario es duplicar la producción de alimentos con 20% más de recursos disponibles. El escenario es complicado cuando se desea alcanzar las metas con los recursos disponibles y produciendo de la misma forma en la que se ha realizado hasta ahora.  

Por otro lado, en México se desperdician 10 mil toneladas de alimentos al año durante toda la cadena de abastecimiento. El 27% ocurre durante el proceso productivo, 22% en el manejo y almacenamiento, 6% en el procesamiento, 17% en el mercado y la distribución, y 28% cuando el producto llega al consumidor final. Diseñar estrategias encaminadas en la reducción de las pérdidas en el sector pecuario contribuirá a proporcionar alimento a 12 millones de personas aproximadamente.  

El ponente comentó que en África, la producción de granos básicos es hasta tres veces más de lo que la población demanda para satisfacer su consumo diario. Sin embargo, debido a la falta de procesos de estabilización durante la producción no llegan al consumidor final.  

Por lo anterior, InspiraFarms desarrolló el concepto de “Ecosistemas Colaborativos”, respetando lo que se considera como un ecosistema, y agregando el concepto de colaboración para mapear a los actores estratégicos que participan con esfuerzos, inversión directa, fortalecimiento de capacidades y desarrollo de tecnología en la solución de la problemática que se esta planteando.

El maestro Cojulún compartió la experiencia de un proyecto realizado en Colombia, donde se trabajó principalmente en el fortalecimiento de capacidades de los pequeños productores. Resaltó la importancia de los esfuerzos junto con alianzas estratégicas que permitan generar mayores impactos. Cuando se habla de sostenibilidad, es importante tener en la ecuación al sector público para garantizar una política pública que permita que los procesos sean duraderos en el tiempo.  

El proyecto tenía el objetivo de incrementar las utilidades de las unidades de producción ofreciendo leche de calidad a un mayor precio y disminuyendo los costos de producción. Se trabajó con una población de 997 productores y comercializadores en 22 comunidades de la zona productiva de Colombia. Dentro del esquema, para hacerlos más competitivos, los productores necesitaban herramientas adicionales para producir con calidad y mantenerla.  

Como resultado, se generaron algunas oportunidades: articulación de la cadena productiva, formar parte del plan maestro de abastecimiento de alimentos de Bogotá, generación de conocimiento de modelos sostenibles, socialización de aprendizajes y recomendaciones. También visualizaron como retos la integridad, apropiación por parte de los productores, investigación, innovación y alianzas sostenibles. Las limitaciones encontradas para llevar tecnología a los productores de las zonas rurales son la falta de infraestructura eléctrica adicional, falta de caminos de acceso, disponibilidad de agua potable, falta de recursos de inversión o mecanismos de inversión.  

Del 2013 al 2014 se consolidó el equipo de trabajo e iniciaron con la idea de posicionarse en el eslabón “post-cosecha” de la cadena de abastecimiento de alimentos. Los objetivos eran incidir con tecnología eficiente en el consumo energético, utilizando energía solar durante el proceso productivo y de comercialización; reducir el desperdicio de alimentos; mejorar el desarrollo organizativo de los productores, así como sus ingresos, y la creación de empleos adicionales en la producción primaria a nivel comunitario.  

El ponente enfatizó que el último punto es una estrategia para solucionar el tema de migración a centros urbanos por falta empleos. No obstante, los empleos de los centros urbanos, en su mayoría son lugares en donde se empaca y procesan alimentos.  

Ante la necesidad de solucionar esta problemática, en 2014 la empresa inició el desarrollo de productos de refrigeración incidiendo en la disminución de mermas a nivel de producción,falta de acceso a infraestructura sostenible, incremento en la demanda de alimento, incremento de vida de anaquel, exigencia en calidad y sanidad agrícola.  

La empresa está introduciendo un servicio de refrigeración y cuartos de pre-enfriamiento que son instalados cerca de las zonas de producción. Existen datos críticos que indican que en países emergentes o en desarrollo la cadena de frío es del 4% comparado con un 95% en países europeos, y generalmente les toma entre 4-5 horas acercar los productos a zonas en donde puedan refrigerarse. La ausencia de ese almacenamiento impacta en la disminución de vida de anaquel de los productos frescos generando pérdidas o rechazos que generalmente son trasladados al pequeño productor.  

El panelista mencionó que la empresa propone acercar unidades o terminales de refrigeración que funcionen con energía solar o híbridos (solar y red) dependiendo de los requerimientos energéticos. En experiencias previas encontraron que el tema de armar un cuarto frío y conectar una máquina que genere temperatura entre 0 y 10 grados no es difícil; el problema real son los costos de operar el cuarto frío, lo que hace inasequible la tecnología para los productores pequeños.  

Hasta el momento, la empresa tiene unidades en África del Este, África del Sur, India, Colombia, Guatemala y, recientemente, en México.  

Adicionalmente, se construyen alianzas estratégicas con personas que aporten valor a la propuesta y que ayuden a potencializar los beneficios generados con esta tecnología, reduciendo el desperdicio y las pérdidas en los alimentos, disminuir la presión en los ecosistemas, evitar la expansión de la frontera agrícola, promover el uso de energías limpias y renovables, disminuir la degradación de suelos, y producir más alimento con la misma cantidad de agua que se utiliza actualmente. Los beneficios de alargar la vida en el anaquel de los productos frescos y la generación de empleos en las comunidades se ha vuelto un tema prioritario para el equipo de trabajo.  

Los primeros clientes de lácteos fue una cooperativa en Kenia, muy lejos de Nairobi, donde se encuentran los procesadores de leche. Esta cooperativa se constituyó ante la necesidad de buscar mejores formas de comercializar la leche con empresas compradoras. Ellos fueron los primeros usuarios del prototipo de tanque enfriador de leche híbrido con capacidad de 2,000 litros. Se mantuvo el concepto de colaborar con otros actores del ecosistema productivo para mejorar las capacidades de la cooperativa, y actualmente tienen dos contratos con empresas lácteas a quienes se les entrega leche de manera semanal.  

En México, presentaron un esquema que, adicionalmente a la tecnología presentada, acerca el recurso de adquisición de la tecnología bajo un modelo de demanda, que se paga con los volúmenes que el productor tiene necesidad de enfriar; además puede rentar la unidad. También se cuenta con la flexibilidad de fabricar cuartos fríos de acuerdo a las necesidades de los productores.  

Actualmente realizan el monitoreo remoto de las unidades instaladas y están generando indicadores de desempeño de las unidades y de consumo eléctrico, así como información sobre la cantidad de producto que circula.

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