México vivió un proceso de extinción de fauna silvestre desde mediados de la década de 1960, originado, entre otras causas, por la Ley Federal de Caza de 1952 que prohibió la comercialización de animales vivos, productos y subproductos de la caza, así como la exportación de trofeos de caza. Sin embargo, los permisos se gestionaban ilimitadamente a los cazadores nacionales y también a los organizadores cinegéticos.
El ingeniero Benavides comentó que en 1984 el Ing. Joel Benavides García fue electo presidente de la Asociación Ganadera de Nuevo Laredo; los socios recibían en sus ranchos cazadores que solicitaba los permisos legales para realizar la actividad, pero durante tres años no fue posible otorgar los permisos. Por esta razón se constituyó la Asociación Nacional Ganadera Especializada en Fauna Silvestre (ANGADI) vinculada a la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNG) y con reconocimiento de la ahora Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER). En 1986, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE), la CNG y la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH) firmaron un convenio que hacía referencia al manejo y aprovechamiento de la fauna silvestre
como una actividad ganadera. Ese documento permitió que se constituyera la ANGADI el 16 de mayo de 1987 como una sección especializada dentro de la CNG.
Antes de que se constituyera la ANGADI, un grupo de cazadores nacionales creó el Consejo Nacional de la Fauna. A través de SEDUE, como piloto, concesionaron el manejo y aprovechamiento cinegético del borrego cimarrón, la especie más cara para cazar en México. Este manejo se realizó en Baja California, Baja California Sur y Sonora. El Consejo Nacional de la Fauna no incluyó a los dueños de las tierras, donde habitaba el borrego, lo que ocasionó una disminución considerable de animales y el fracaso del programa. El ponente enfatizó que, al disolverse este consejo, la peor amenaza para los ganaderos dueños de tierras desapareció.
Constituida la ANGADI, en dos años logró legalizar el aprovechamiento sustentable en actividades económicas de la fauna, y crear una nueva actividad económica. Primero, promovió y participó en la creación de la Ley de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) en 1988, con el apoyo de la CNG. Esta Ley considera el aprovechamiento cinegético a quienes podían reproducir la fauna silvestre en cautiverio, semicautiverio o cuando las tasas de renovación superaran a las de aprovechamiento. Posteriormente, creó una actividad económica pecuaria que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) denominó “ganadería de fauna silvestre”, ahora ganadería diversificada.
Debido a la disminución de ejemplares de venado cola blanca en Nuevo León, la ANGADI inició un programa de captura con fines de repoblamiento de esa especie, además del borrego cimarrón y pecarí de collar. Este programa de repoblamiento y reintroducción de especies nativas al ecosistema son ejemplo de la articulación territorial.
Adicionalmente, las experiencias positivas de la ganadería diversificada fueron gracias a la ANGADI, que defendió los derechos de los dueños de las tierras en todo México, a través del trabajo conjunto con las autoridades del ejecutivo federal y con el poder legislativo, en la creación de políticas públicas. Un ejemplo de lo anterior fue la creación en el 2000 de la Ley General de Vida Silvestre, que