Panel “Sustentabilidad pecuaria”, en el Día Nacional de la Ganadería 2023.

Dr. Othon Reynoso, moderador.

Con motivo de la celebración del Día Nacional de la Ganadería se llevó a cabo un panel, a modo de conversatorio, sobre sustentabilidad pecuaria, en el que participaron cuatro ponentes invitados expertos en el tema.

El director del Comité Técnico del SINIIGA, MVZ. Othón Reynoso, fue el moderador de dicho panel, mismo que se dividió en cuatro temas expuestos por cada uno de los ponentes invitados.

“Sustentabilidad ganadera en zonas áridas”: Dr. Adrián Quero Carrillo.

El Dr. Adrián Quero Carrillo es ingeniero agrónomo zootecnista, maestro en ciencias de la producción animal, doctor en ciencias en el área de mejoramiento genético y postdoctorado en biotecnología ambiental.

Básicamente sus líneas de investigación son recursos genéticos de especies forrajeras, establecimiento de praderas de temporal árido y semiárido, mejoramiento genético de gramíneas forrajeras y actualmente se desempeña como profesor investigador.

En su participación, explicó que el pastoreo es la mejor herramienta para controlar el cambio climático. En este sentido, dijo que poca gente lo utiliza de manera adecuada con ese propósito; subrayó que los pastos son una gran alternativa para capturar grandes cantidades de CO2.

Dr. Adrián Quero Carrillo durante su presentación en el Panel de Sustentabilidad Pecuaria.

Indicó que existen diferentes conceptos de sustentabilidad, entre ellas la social, económica, ecológica, financiera, administrativa, ambiental, etc. “Nosotros entendemos el concepto de sustentabilidad ambiental como el uso responsable de los recursos naturales; la sustentabilidad es conservar, pero también enaltecer el recurso para beneficio de las generaciones futuras”.

Expuso que en México hay diversidad de condiciones fisiográficas, climáticas, de altitud, tipos de suelo, de precipitación, lo que hace que México sea algo complicado. “Es muy diverso y como investigadores tenemos que ser generalistas y dar soluciones”.

El Dr. Adrián Quero Carrillo manifestó que el sobrepastoreo es una de las principales causas de que México esté perdiendo suelo, por lo que una emergencia prioritaria del país es mantener el suelo en su lugar.

Detalló que los pastos, por su estructura, son generadores de suelo y capturadores de humedad; argumentó que países como Ucrania, Rusia y Estados Unidos los pastizales son ahora las mejores tierras agrícolas, resultado de un trabajo de años con los pastos.

Aseveró que los pastos son el mejor aliado para hacer una ganadería ecológica y económicamente viable; también, acotó, hay una amplia diversidad y gama de productores desde una baja capacidad de riesgo a una alta capacidad, ganaderos con poca educación tecnológica y también alta educación, de tal manera que se debe trabajar para todos ellos.

Para la producción de pastoreo, se tienen varios niveles de sustentabilidad en sistemas de vaca cría: a nivel de agostadero (pastizal de temporal), a nivel de pradera (praderas de riego), a nivel de ganado (eficiencia de hato) y a nivel de sistema de producción de pastoreo (integración del rancho ganadero).

“Cuando cortamos un pasto, lo mismo que cortamos arriba, cortamos abajo y eso es secuestro de carbono”, comentó el Dr. Adrián Quero Carrillo, quien abundó que los pastos crecen de manera modular y éstos evolucionaron por millones de años al “pisoteo” y al corte. “Si un pasto no es cortado, empieza a morir, por lo que es muy positivo pastorear”, apuntó.

El ingeniero agrónomo zootecnista añadió que hay una época de crecimiento activo de los suelos, donde se combina temperatura de crecimiento con la humedad en zonas áridas. Esto es solamente de tres a cuatro meses, que es cuando se debe hacer el pastoreo de manera sostenida y agresiva. Pasada esta época, ahondó, los pastos deben descansar durante invierno, entre los meses de noviembre a enero, que son los meses menos recomendables para el pastoreo por las heladas.

Indicó que es necesaria una planeación precisa del sistema de pastoreo para gramíneas de temporal árido o para dejar descansar el suelo y cuidarlo, ya que si no hay suelo no hay nada que hacer. Si el descanso del suelo es efectivo, recalcó, el pastizal brotará de nuevo abundantemente en la siguiente época de lluvia.

Otro tema importante, manifestó el ponente, es cuidar la condición corporal del ganado, ya que puede perder de 150 a 180 kg. en un año si no existe una adecuada planeación de pastoreo. Es relevante tomar en cuenta esto porque el costo de recuperar la condición corporal del ganado es ecológica y económicamente alto. También, es relevante conocer el potencial productivo de un agostadero o pradera, ya que “lo que no se mide no existe”.

Resaltó, además, que la estructura sana de un pasto está hecha para capturar humedad ambiental y capturar suelo en movimiento. No lo vemos, explicó, pero cada vez hay más suelo en movimiento en México.

“¿El modelo de la producción ganadera tropical, basado en la sostenibilidad, dictará el futuro de la actividad?”: Dr. René Pinto Ruiz.

El Dr. René Pinto Ruiz es ingeniero agrónomo zootecnista, maestro en ciencias de la producción animal, con la especialidad en nutrición de rumiantes en pastoreo; doctor

en ciencias agropecuarias con especialidad en nutrición animal, con postdoctorado en ganadería. Sus líneas de investigación han sido captura de carbono en sistemas ganaderos y producción de energía a través del manejo de estiércol en biodigestores, entre otros.

Como parte de su tema, habló del modelo de producción ganadera tropical basado en la sostenibilidad, producto de una investigación multidisciplinaria de muchas personas.

“La ganadería tropical es parte importante en esta gestión de trabajo en la ganadería en México, ahí se agrupan ganaderos de bajos insumos que, en un momento dado, necesitan más apoyo y más acompañamiento que otros”, comentó.

Un modelo, detalló, es aquello que tiene características y cualidades que se quieren replicar y, en este caso, está fundamentado en la palabra “sostenibilidad”. Primeramente, un modelo se explica por las realidades del sector, seguido de la importancia de saber qué fundamentos explican este modelo.

Una de las realidades para explicar este modelo, acotó, son las expectativas para el sector que derivan del crecimiento de la industria pecuaria, resultando en aumento de población, urbanización y cambio en el tipo de dieta. Otra realidad, sería el hecho de que se pronostican mayores necesidades de proteína animal y lograrlo dependerá de ciencia y tecnología, accesos a recursos y capacidad para conservar y reutilizar recursos.

La aparición de amenazas es otra de las realidades, que se traduce en las críticas sobre el impacto de la ganadería sobre el ambiente, la sociedad confundida por el impacto de la grasa animal en la salud, desconocimiento real de la forma de producir proteína animal, así como las tendencias a los productos de origen vegetal en sustitución de la leche y la carne. “Todo esto, creo, que podría ser falta de análisis, de narrativas e inclusive ignorancia”.

El expositor reconoció que la ganadería tropical ha sido responsable de ciertos problemas ambientales, como la deforestación y pérdida de biodiversidad por cambio de uso del suelo, así como la degradación de los suelos ganaderos por un mal manejo y la contaminación de agua, pero recalcó que también se tienen las herramientas y conocimiento para revertir esos señalamientos.

Dr. René Pito Ruiz durante su presentación en el Panel de Sustentabilidad Pecuaria.

Asimismo, dijo que la presión de consumidores, inversores y reguladores, así como la politización de la actividad ganadera, ha generado conflictos geopolíticos que hay que contrarrestar con modelos sostenibles.

Los fundamentos para este modelo de sostenibilidad, según la visión del equipo de investigación del ponente, son:

  • Los ganaderos están adoptando o adaptando, bien o mal, tecnologías.
  • La industria está invirtiendo recursos en tecnología.
  • Los centros educativos y de investigación están generando información y preparando a los futuros profesionistas. TODOS hablamos de SOSTENIBILIDAD

Sobre el concepto de sostenibilidad, aseveró el Dr. René Pinto Ruiz, hay muchas definiciones, pero en este modelo específico el concepto se basa en generar riqueza, mejorar productividad de la empresa pecuaria y ser eficiente en el manejo, uso y conservación de los recursos disponibles, ya que, desde su punto de vista, debe regirse así debido a que los ganaderos no son personas ecologistas y, antes que todo, deben generar riqueza para, de manera secundaria, producir más y conservar.

Sólo así, puntualizó, el productor podrá adoptar o adaptar enfoques sostenibles. Mientras existan otras necesidades básicas, el ambiente y la forma de producir no importará. Para generar mayor productividad, existen ya tecnologías socialmente aceptables que generan producción justa, ética, inocua, rentable y competitiva.

De acuerdo a este modelo, las oportunidades que se ven en el trópico son tres:

  • Usan recursos naturales que no compiten: pastos de alto rendimiento, diversidad.
  • Pueden ser económicamente más eficientes.
  • Pueden aprovechar recursos naturales: sol y lluvias.

Mencionó que actualmente se están llevando a cabo algunas de estas acciones, tales como el manejo de potreros, eliminación de animales improductivos, intensificación, suplementación estratégica, prácticas agroforestales, utilización de subproductos locales, manejo de excretas y uso de aditivos.

El doctor en ciencias agropecuarias, con especialidad en nutrición animal, con postdoctorado en ganadería, concluyó que, para todas estas prácticas, se necesitan recursos que sirvan para invertir y que motiven e incentiven. “La sostenibilidad la debemos arrancar desde el primer punto de mejorar la riqueza del productor”. Para esto, refirió, es necesario políticas públicas, desarrollo de mercados diferenciados y desarrollo de los servicios ecosistémicos.

“Oportunidades para avanzar hacia una ganadería vacuna de carne y leche más ambientalmente sostenible”: Mtro. Walter Oyhantcabal.

El Mtro. Walter Oyhantcabal es ingeniero agrónomo y maestro en ciencias ambientales y cambio climático; miembro del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) y consultor del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura y Cambio Climático.

Su línea de trabajo es diseño de políticas en ciencia animal, agronomía y ciencias ambientales; especialista en inventarios, gases de efecto invernadero en el sector de agricultura, diseño de estrategias para alcanzar las metas de mitigación de gases de efecto invernadero en el sector pecuario.

Mtro. Walter Oyhantcabal durante su presentación en el Panel de Sustentabilidad Pecuaria.

Al iniciar su exposición, explicó que para este tema se basó en tres preguntas: ¿Por qué es importante la relación entre la ganadería y la sostenibilidad ambiental?, ¿hay brechas en sostenibilidad ambiental?, ¿qué opciones hay para avanzar en sostenibilidad ambiental?.

Para dar contexto, argumentó que el sector ganadero es un pilar del sistema alimentario mundial que contribuye a la reducción de la pobreza, a la seguridad alimentaria y al desarrollo agrícola y general de los países.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), precisó, la ganadería aporta el 40% del valor global de la producción agrícola y sustenta los medios de vida y la seguridad alimentaria y nutricional de alrededor de 1,300 millones de personas. Al mismo tiempo, existe un margen para mejorar las prácticas del sector ganadero para que sean sostenibles, más equitativas y representen menos riesgos para la salud animal y humana.

El cambio de los ingresos económicos en los hogares y el cambio en las dietas y crecimiento de la población, expuso el Mtro. Walter Oyhantcabal, han llevado a una mayor demanda de proteína animal, convirtiendo al sector ganadero en uno de los subsectores agrícolas de más rápido crecimiento en los países de medianos y bajos ingresos.

Actualmente, dio cuenta, el sector pecuario representa el 14.5% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), lo que hace pensar en que hay alguna otra actividad que produce el otro 85.5% de las emisiones. Afirmó que la clave para la reducción de las emisiones de GEI es aumentar la eficiencia de la cadena.

Hay tomar en cuenta también, apuntó, que el ganado se alimenta de pastos no comestibles para el ser humano y los rumiantes los transforman en carne y lácteos densos en nutrientes, así como fibras (lana) y cueros que son materia para producir otros productos.

El expositor dio a conocer que muchos países están ocupándose de mejorar la relación de la ganadería con el ambiente, implementando estrategias para ello. Por ejemplo, el gobierno en Países Bajos apoya normas y leyes claras sobre seguridad alimentaria, bienestar animal y ambiente; promueve la investigación, innovación y educación, así como el apoyo financiero a los ganaderos que inviertan en sistemas innovadores; además de su preocupación por la salud y bienestar animal. Todo esto, afirmó, para promover una ganadería más sostenible.

Una ganadería ambientalmente sostenible, continuó, es una que al menos no degrada los suelos y, si lo están, los restaura; no contamina aguas y se adapta al cambio climático; construye resiliencia y contribuye a reducir sus causas (menos emisiones y más remociones); no deforesta y promueve el bienestar animal.

En 2009, detalló, se estableció el concepto de “límite planetario”, que consiste en nueve procesos claves para la estabilidad de la Tierra, los cuales cinco de ellos en la actualidad ya se han superado: cambio climático, contaminación química, ciclos del fósforo y nitrógeno, modificación de los usos del suelo y destrucción de la biósfera.

El maestro en ciencias ambientales y cambio climático especificó que una ganadería ambientalmente sostenible sería aquella que no fuerza los límites planetarios e, incluso, contribuye a que se retroceda a niveles más seguros.

Cada vez más, dijo, se necesita atender varios objetivos a la vez, los cuales serían producir más alimentos y materias primas, minimizar la afectación al ambiente, incluida la mitigación del cambio climático, construir resiliencia y reducir vulnerabilidad a la variabilidad al cambio climático y, por último, atender las sinergias y los compromisos.

Expresó, además, que la actividad agropecuaria es casi totalmente dependiente al clima y la variabilidad climática y los eventos extremos son una importante fuente de riesgo para la sustentabilidad de las actividades productivas. “Es vital adaptarse al cambio climático, porque está haciendo más frecuentes e intensos los eventos extremos”.

En resumen, señaló el Mtro. Walter Oyhantcabal, los principales desafíos ambientales para la producción ganadera se pueden relacionar con aumentar la producción e ingresos de las familias y comunidades ganaderas, gestionar los riesgos climáticos contribuyendo a la mitigación de las emisiones de GEI, minimizar la erosión de suelos, restaurar tierras degradadas, cuidar la biodiversidad de los pastizales como fuentes de productividad y evitar la deforestación, así como mejorar la eficiencia del uso del agua.

“Las metas globales de la GRSB y la importancia de las metas nacionales, su comunicación y la importancia de la nutrición animal”: Dra. Josefina Eisele.

La Dra. Josefina Eisele es licenciada en administración de negocios, especialista en políticas públicas y cooperación internacional en ganadería sostenible. Actualmente es directora para América Latina de las mesas de ganadería sustentable y se ha especializado en el desarrollo de proyectos de cadenas de suministros sostenibles. Además, es asesora y gestora de responsabilidad social en el sector privado, con énfasis en sostenibilidad ambiental y abastecimiento responsable, entre otros temas relacionados a la sustentabilidad pecuaria.

Recordó que entre los años 2010 y 2012 nace la Mesa Redonda Global para la Carne Vacuna Sostenible (GRSB, por sus siglas en inglés), red de organización mundial de personas, agencias y organizaciones que impulsan el progreso de la carne sostenible.

Dra. Josefina Eisele durante su presentación en el Panel de Sustentabilidad Pecuaria.

Su objetivo, aclaró, es una industria de la carne vacuna más responsable con el medio ambiente, más resiliente económicamente y más beneficiosa socialmente. “Creemos que la solución no viene desde arriba, sino desde abajo hacia arriba. Y creemos que se puede mejorar, creemos en la mejora continua y la sostenibilidad depende de eso, pero tenemos que estar convencidos los propios ganaderos de generar ese cambio”, manifestó la Dra. Josefina Eisele, tras explicar lo que hace la mesa global de ganadería sustentable. Añadió que también buscan trabajar siempre de la mano con los gobiernos de los distintos países que han formado sus propias mesas de ganadería sustentable.

Asimismo, comentó que la mesa global cuenta con alrededor de 100 miembros; sin embargo, ha ido creciendo en los últimos años, sobre todo con el tema de la pandemia de Covid-19. Hoy la agenda de todas las empresas y todas las asociaciones de productores hablan de la sostenibilidad, recalcó.

Es muy importante para ellos, apuntó, ir de lo global a lo local. La GRSB busca definiciones de sustentabilidad locales y no globales, dependiendo del contexto. Busca que cada país, con su propio contexto, defina sus indicadores de acuerdo a su orden de prioridades. Como mesa global, han definido directrices, principios y criterios de manera general para, un poco, direccionar hacia dónde debe ir la ganadería, sin decir el cómo, ya que cada país definirá eso dependiendo de las circunstancias particulares.

Actualmente, destacó, hay 12 mesas nacionales adheridas a la GRSB que cuentan con representación en 24 países y trabajan en la sostenibilidad de la cadena de la carne vacuna. Algunos de estos países en América Latina son Brasil, Colombia, Bolivia, Argentina, México y próximamente Uruguay.

Las metas globales de la GRSB, prosiguió, tendrían que ver con clima, salud y bienestar animal, así como producción positiva con la naturaleza, las cuales se resumen en reducir el impacto del calentamiento global neto de la carne en un 30%, proporcionar al ganado un entorno en el que puedan prosperar a través de las mejores prácticas y asegurar que la cadena de valor de la carne sea un contribuyente neto positivo para la naturaleza.

La directora para América Latina de las mesas de ganadería sustentable explicó, a grandes rasgos, las actividades que contribuirían a las mejoras climáticas, entre las que destacan la reducción de metano entérico, gestión de forraje, genética, manejo de pastoreo y gestión de los estiércoles.

Subrayó que la GRSB comenzó a trabajar en 2022 en un sistema de monitoreo y reporte para establecer líneas de base e informar sobre los objetivos globales. Para finalizar, afirmó que estarán trabajando en estrecha colaboración con los miembros y las mesas nacionales para simplificar este tema.

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